Los gusanos adultos son bastante pequeños; la medida de los machos es de 2 a 5 mm, y la medida de las hembras 8 a 13 mm. Estos gusanos intestinales viven principalmente en el ciego del intestino grueso, de la cual la hembra grávida migra por la noche para poner hasta 15.000 huevos en el perineo. Los huevos se puede transmitir por la vía fecal-oral al huésped original y nuevos huéspedes. Los huevos se pueden diseminar a otras personas en la casa, resultando posiblemente en una familia entera infectada.
Los huevos ingeridos eclosionan en el duodeno, y las larvas maduran durante su migración al intestino grueso. Afortunadamente, la mayoría de los huevos secan en 72 horas. En ausencia de la autoinfección, la infestación por lo general dura de cuatro a seis semanas.
Enfermedades Secundarias ocasionadas por E. vermicularis
La E. vermicularis es relativamente inocua, con la deposición de huevos causando irritación perineal, perianal y vaginal irritación, picazón constante del paciente en un intento de aliviar la irritación puede conducir a la alteración del sueño potencialmente debilitante. En raras ocasiones, la enfermedad más grave puede causar, incluyendo la pérdida de peso, infección del tracto urinario, y apendicitis.
La infección por oxiuros se debe sospechar en niños que presentan prurito e inquietud perianal nocturna. La visualización directa del gusano adulto o detección microscópica de huevos confirma el diagnóstico, pero sólo el 5 por ciento de las personas infectadas tienen los huevos en las heces. La “prueba de la cinta de celofán” puede servir como una manera rápida de hacerse con el diagnoóstico.
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